LA SILLA YA TIENE NUESTRO NOMBRE
Desde la puerta que comunica a la clase de cuatro años, a menudo observamos lo que hacen los niños mayores.
En sus sillas tienen puesto su nombre pero siempre hemos dado por hecho que eso era porque son mayores y ya saben escribirlo.
Esta semana hemos trabajado mucho las letras con la palabra dinosaurio, ¿por qué no trabajarlas con nuestro nombre?
Hoy nos hemos dedicado a ello.
Con ayuda de un nuevo material para el rincón de lecto-escritura, en la asamblea hemos ido escribiendo nuestro nombre en la pizarra así como reproducido el sonido de sus letras.
Una vez trabajado en la asamblea hemos pasado a la acción para crear nuestros carteles con nuestro nombre para pegar en la espalda de nuestra silla. Para ello, todos nos hemos puesto a jugar a la plastilina y por grupos con la supervisión e indicaciones de la profe hemos realizado la escritura de nuestros nombres.
Dejamos por aquí dos ejemplos:
Hemos puesto mucha atención en realizarlo y así han quedado nuestros nombres.