EL HACHA DEL ENCARGADO
No se nos ha olvidado para nada nuestra gran misión: Liberar a Croniñón.
Lo primero que hemos hecho al entrar a clase ha sido observar nuestra caja y allí hemos encontrado un objeto novedoso para nosotros.
Este objeto tenía un mensaje colgado:
Ese mensaje ya lo habíamos visto otras veces… ¡No es un mensaje, es un nombre!
¿Qué es esto?
Hemos realizado una serie de propuestas y después hemos comprobado si era o no.
La primera opción ha sido que era un martillo:
Hemos comprobado con nuestros propios ojos que no lo era.
Después se nos ha ocurrido que podría ser un número 1.
No negamos que se parece…, sin embargo, no tiene la misma textura y el número 1 no tiene cuerdas.
¿Será una espada?
Espada no tenemos en clase, por lo que hemos buscado una foto en la pantalla digital y…, tampoco se parece en nada.
De repente, Martín ha dado con la clave.
¡Ya sé lo que es, profe! ¡Es un hacha!
Hemos buscado la palabra HACHA en internet y…
¡ES IDÉNTICA!
¡ES UN HACHA!
Hemos manipulado el hacha y hemos descubierto que es dura y fuerte.
Además, hemos olido todos el hacha porque…, ¡huele fatal! Empezamos a pensar que Croniñón vive en un sitio sucio. (Es lo que tiene hacer un hacha de arcilla y pintarla con spray…, que luego huele raro).
Posteriormente, hemos descubierto que Croniñón nos había escrito en su libro y hemos corroborado que el instrumento es un hacha y que es su hacha de la suerte. Nos la deja para que el encargado haga sus tareas con ella. Cada día pondrá el nombre de un niño de clase.
Y así, ha realizado sus tareas la encargada de hoy.
¡Cuidado con el hacha, no se nos puede romper!