CON EL MAGO PINCELÍN POR EL PATIO
Tanto fue lo que nos gustó la historia del Mago Pincelín que hoy hemos querido hacerla de nuevo.
La profe no estaba muy conforme al principio…, ¿otra vez la misma historia?
Pero así es nuestra clase, improvisamos y hacemos lo que los niños demandan, si ellos quieren volver a hacer deporte con el Mago Pincelín, ¿por qué no lo vamos a hacer?
Hace un día radiante de sol, el patio está vacío y…
¡Chicos, poneros los abrigos que nos vamos al patio!
Tan igual pero tan diferente a la vez, misma historia pero espacio diferente. En el patio hemos podido imaginar todo a lo grande, hemos saltado más fuerte, corrido como nunca, los equilibrios han sido más reales y el esquivado de piedras no lo hemos tenido que imaginar porque las hemos esquivado de verdad.
¡Nos hemos vuelto a enamorar de tu historia Pincelín!