NUEVA COMIDA PARA EL ANIMAL MISTERIOSO
Sí, ya sabemos que a nuestro intruso no le gustan las hojas y los palos, pero aun así lo hemos dejado ahí. No nos atrevemos a quitarlo.
Todos los días estamos pendientes de la comida, de las nuevas pistas que nos podamos encontrar y siempre, siempre estamos alerta.
Si alguien escucha algún ruido todos nos quedamos en silencio y escuchamos, pero nunca conseguimos descifrar qué ha sido.
Hoy cuando estábamos en el patio jugando nos hemos encontrado una nuez.
¡Sí! ¡Había una nuez enterrada en la arena!
Ya sabéis…, lo que no encontremos nosotros…
No hemos dudado, al entrar en clase, hemos decidido poner la nuez al lado de la comida.
¿Se la comerá?